Def. Muñeco de materia ligera, o hueco, que lleva un contrapeso en la base, y que, movido en cualquier dirección, vuelve siempre a quedar derecho.
Tentempié como aquello que resiste a los embates y golpes
Tentempié como sinónimo de resistencia y respuesta

miércoles, 1 de mayo de 2013

2 de mayo. Una fecha inevitable de recordar

Escribo este comienzo una y otra vez, no encuentro las palabras apropiadas...
Borro
Vuelvo a escribir.
Siento que todo es poco, que no hay palabras justas a mi intensión.

Hace cuatro años falleció Augusto Boal
Me pregunto por qué querer recordar esto
Me doy cuenta que no es un acto voluntario, que viene esta fecha e inevitablemente se recuerda...

Lo conocí personalmente en el 2007 pero eso queda apenas en lo anecdotario porque lo conocí mucho antes al leerlo y lo sigo conociendo, porque es una de esas personas que se sienten cercanas porque le hablaban a cada uno de nosotros en lo que escribían.

En una charla cuando conocí a Julián Boal nos comenta que siempre quiso saber qué le generaba a la gente leer los libros de su padre, porque a él no le habían causado gran sorpresa,  nació escuchando sus ideas.

Leí por primera vez algo de Augusto Boal cuando estaba estudiando teatro en la EMAD, nunca había oído ni siquiera hablar de lo que era el Teatro del Oprimido, tampoco lo conocía como dramaturgo ni como director teatral.

Lo leí y fue una revolución, ¡alguien sabía lo que yo pensaba antes que yo! 
Eso era lo que quería, lo que necesitaba
Podía usar el teatro para luchar, para transformar, para buscar alternativas

Esa revolución se multiplica una y otra vez, en miles de personas alrededor del mundo.

Cada vez que el mundo me aplasta, que me deja como mosca golpeándome contra una ventana sin encontrar la salida, tengo ensayo con GTO Montevideo y se me abre el pecho lleno de aire fresco.
Vuelvo a sentir que todo es posible, que lo vamos a lograr, que es imprescindible seguir intentándolo.

Vuelvo a leer, a escuchar, a ver a Augusto Boal,  
y  siento la responsabilidad de ser protagonistas de la transformación que queremos, 
y sentimos  la alegría de esa responsabilidad.














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